Receta antigua, muy sabrosa y fácil de realizar
Esta receta la primera vez que tengo recuerdo de haberla probado fue cuando aún vivían mis abuelos en el cortijo y mi madre ayudada a mi abuela a prepararla. Con el paso de los años se convirtió en una receta que se hacía cuando se quería celebrar algo.
La he conseguido recuperar tras encontrar una libreta de recetas escrita por mi madre. Tengo que reconocer que, de todas las recetas, esta fue la que menos me alegro encontrar. De hecho no tenía pensado realizarla ya que es muy difícil encontrar que te vendan un chotillo auténticamente lechal, es decir que aun no se haya destetado de la madre y por lo tanto no haya consumido otro tipo de alimentos.
Cuando mi tío me ofreció un chotillo, decidí realizar esta receta que mi madre conservaba de la suya, y que en estos momentos que ya no tengo a ninguna de las dos, realice con tanto anhelo, homenajeando esa cocina antigua y con tanto sabor que se realiza en las cocinas de nuestras madres y abuelas.
Para mí sorpresa, a pesar de que a mi marido no le gusta mucho las recetas de carne con hueso y que mis hijos no lo habían probado nunca, me pidieron si podía echarle mas.
No es una receta muy económica, por eso si hay muchos comensales se puede elaborar como entrante para picar en el centro de la mesa. Siguiendo unos sencillos pasos es muy fácil de realizar.
Pondré la receta original, aunque como siempre se pueden utilizar otros ingredientes que tengamos en casa. Indicaré los sustitutos aquí, aunque el ingrediente principal no se pueda cambiar.
Así que, ¡Anímate y Hazlo Tu Mismo En Casa!
4 personas
Plato principal
minutos
Preparación fácil
Coste medio
Ingredientes
Pasos de la receta
Como os he indicado anteriormente los ingredientes pueden variar según tengas en casa, pimientos choriceros por ñoras, rebanadas de pan por pan rallado, vinagre de manzana o uva, aceite de oliva virgen extra por el normal, pimienta blanca o negra,… En la receta original indica que cortes el chotillo en trozos, eso indica que va con huesos también, en nuestro caso va en gran parte deshuesado.
Teniendo ya los ingredientes comenzamos a elaborar la receta.
En primer lugar, lavar los pimientos choriceros o ñoras y ponerlos enteros en agua caliente para que se ablanden. Esto se hace para que al quitarle el pedúnculo y las semillas se pueda separar la pulpa ya hidratada de la piel, pero en este caso también se utilizará la piel.
Poner aceite en una sartén hasta cubrir el fondo, medio vaso mas o menos. Si tenemos rebanadas de pan este es el momento para freírlas y hacer picatostes. Añadir también los ajos pelados enteros, las almendras enteras y las hebras de azafrán a fuego medio bajo. Mover de vez en cuando.
Mientras trocear el choto. El chotillo debe ser lo mas fresco posible. No importa que no te lo den cortado porque le vamos a quitar el mayor número de huesos. Deshuesamos todo excepto las costillas, que con unas tijeras se parten fácilmente en cuadrados de unos 3-4 centímetros.
Retirar la fritura en un mortero o vaso de batidora y añadir en esa misma sartén, el choto partido, la asadura troceada, la pimienta, sal y las hojas de laurel, freír a fuego bajo y colocar una tapa.
A continuación en el mortero o en el vaso de la batidora añadir los ajos, las almendras, las hebras de azafrán, los picatostes o en su caso el pan rallado, los pimientos enteros sin pedúnculo ni semillas, una cucharada de vinagre y la asadura frita. Machacar o triturar con la batidora todo bien, añadiendo un poco de caldo de los pimientos si hiciera falta para que quede una salsa suave y homogénea, como una bechamel espesa.
Añadir el vino blanco a la carne una vez este dorada y dejar freír destapada la olla para que se evapore el alcohol.
Pasados unos minutos añadir la salsa a la carne. Nos podemos ayudar de un poco de agua para limpiar el vaso de la salsa y añadir a la carne.
Mover, probar y sazonar si hiciera falta. Mover de vez en cuando para que la salsa se reduzca a nuestro gusto y se intercambien sabores.